La medicina tropical es una rama interdisciplinar de la medicina que se ocupa de los problemas de salud que se producen de forma exclusiva, están más extendidos o son más difíciles de controlar en las regiones tropicales y subtropicales.[1]
Los médicos de este campo diagnostican y tratan diversas enfermedades y dolencias. La mayoría de las infecciones que tratan son endémicas de los trópicos. Algunas de las más conocidas son el paludismo, el VIH/SIDA y la tuberculosis. Deben tener conocimientos sobre las 18 enfermedades tropicales desatendidas menos conocidas, entre las que se encuentran la enfermedad de Chagas, la rabia y el dengue. Las malas condiciones de vida en los países tropicales subdesarrollados han provocado un aumento del número de enfermedades no transmisibles. Estas enfermedades incluyen el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, que en el pasado han sido más preocupantes en los países desarrollados. Los médicos formados en medicina tropical también deben estar preparados para diagnosticar y tratar estas enfermedades.[1]
La formación de los médicos que se especializan en medicina tropical varía mucho en los distintos países. Deben estudiar epidemiología, virología, parasitología y estadística, además de la formación exigida a un médico ordinario. La investigación sobre las enfermedades tropicales y su tratamiento procede tanto de la investigación de campo como de los centros de investigación, incluidos los militares.[2]
Sir Patrick Manson es reconocido como el padre de la medicina tropical. Fundó la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres en 1899.[3] Se le atribuye el descubrimiento del vector por el que la elefantiasis se transmitía a los humanos. Descubrió que se trataba de un gusano nematodo microscópico llamado filaria sanguinis hominis. Siguió estudiando este gusano y su ciclo vital y determinó que los gusanos sufrían una metamorfosis dentro de las hembras de los mosquitos culex fatigans. Así descubrió que los mosquitos son un vector de la elefantiasis. Tras este descubrimiento, colaboró con Ronald Ross para examinar la transmisión de la malaria a través del mosquito vector. Su trabajo con el descubrimiento de los vectores como modos de transmisión fue fundamental en la fundación de la medicina tropical y en nuestra comprensión actual de muchas enfermedades tropicales.[3]